16 octubre, 2025

Vecinos de Belgrano denuncian la presencia de un asesino de perros: al menos diez mascotas envenenadas

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La preocupación crece en los barrios porteños de Belgrano y Las Cañitas, donde vecinos y vecinas alertaron sobre una serie de envenenamientos de perros ocurridos en las últimas semanas. Según los testimonios recopilados, al menos diez animales habrían sido víctimas: tres murieron y siete lograron sobrevivir tras recibir atención veterinaria de urgencia.


Los primeros casos: muertes cerca de Plaza Clay

Las denuncias comenzaron a multiplicarse a fines de julio, cuando en apenas una semana se registraron tres muertes de perros en las inmediaciones de Plaza Clay, un espacio verde muy frecuentado por vecinos y paseadores. Allí también otros animales mostraron síntomas de intoxicación.

“Ya son muchos y no hay una explicación certera”, advirtieron los dueños de las mascotas, que se organizaron para difundir el tema en medios y redes sociales. El temor llevó a que varias familias extremaran cuidados y modificaran las rutinas de paseo.


El caso de Román: un relato desgarrador

Uno de los testimonios más conmovedores es el de Ulises, vecino que perdió a Román, su perro. Según relató, el animal comenzó a mostrar síntomas minutos después de ingerir algo durante la caminata nocturna.

“Mi señora lo sacó a pasear como siempre. En un momento masticó algo que hizo ‘crac’. Ella intentó abrirle la boca, pero ya lo había tragado. A la cuadra empezó a temblar, se cayó al piso y le salió espuma por la boca”, contó entre lágrimas.

Román agonizó pocos minutos después, antes de poder ser asistido. La escena, narrada por el propio dueño, ilustra el nivel de sufrimiento que atraviesan las familias afectadas.


Síntomas y patrones repetidos

Los veterinarios de la zona coinciden en que los síntomas observados —temblores, vómitos, pérdida de coordinación, espuma en la boca— son compatibles con intoxicación aguda por veneno, probablemente el mismo utilizado para el control de ratas.

La diferencia entre la vida y la muerte estuvo vinculada al tamaño de los animales y a la rapidez con la que lograron vomitar el tóxico. “En perros grandes hubo chance de salvarlos; en los más chicos fue letal en minutos”, explicó una profesional consultada.


Hipótesis sobre el origen del veneno

Las conjeturas sobre lo ocurrido dividen a los vecinos:

  • Hipótesis 1: un ataque deliberado. “Creemos que alguien dejó comida envenenada a propósito para lastimar a los perros. No puede ser casual que siempre ocurra en la misma zona y en horarios similares”, sostienen varios denunciantes.
  • Hipótesis 2: fumigación o control de plagas. Otros señalan que en la zona hay gran cantidad de ratas que se desplazan desde los Bosques de Palermo y que pudo haberse arrojado veneno sin control ni señalización, con efectos colaterales sobre las mascotas.

La respuesta oficial y el rol de la Justicia

Hasta el momento, no se registraron comunicados formales del Gobierno de la Ciudad, aunque fuentes policiales confirmaron que se radicaron varias denuncias en comisarías cercanas. La Fiscalía porteña inició una investigación preliminar para determinar si se trató de un accionar criminal intencional o de una negligencia grave.

Se esperan pericias toxicológicas que permitan precisar el tipo de sustancia utilizada y, a partir de allí, reconstruir su origen.


Un barrio en alerta permanente

En redes sociales, los vecinos organizaron grupos de WhatsApp y Telegram para alertarse en tiempo real sobre posibles nuevas trampas. Además, comparten mapas colaborativos con los lugares donde se hallaron restos sospechosos de comida o donde se produjeron intoxicaciones.

Muchos optan por sacar a pasear a sus perros con bozal, incluso si no lo necesitan, como medida de prevención. Otros restringieron las salidas a horarios más controlados y en veredas iluminadas.


El pedido de los vecinos: seguridad y prevención

El reclamo de las familias apunta a que las autoridades refuercen los controles de limpieza y fumigación, coloquen cámaras y señalicen si se aplican venenos para roedores. Además, piden que la Justicia avance rápido para determinar si hay un responsable directo detrás de los envenenamientos.

“Hoy vivimos con miedo. Nuestros perros son parte de la familia y no podemos seguir arriesgándolos cada vez que salen a la calle”, concluyó una vecina.



Los casos de envenenamiento en Belgrano y Las Cañitas no solo generaron dolor entre los vecinos, sino que también instalaron un debate urgente sobre el control de plagas, la seguridad en los espacios públicos y la responsabilidad del Estado en prevenir tragedias evitables. Mientras tanto, la comunidad se organiza y permanece en alerta máxima para cuidar a sus mascotas.

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