Una pareja porteña ganó el Campeonato Mundial de Tango en la categoría Escenario

Buenos Aires volvió a consagrar campeones en su máximo evento cultural. En el marco del Tango BA Festival y Mundial 2025, el martes por la noche en el Teatro Gran Rex, los bailarines Leandro Bojko y Micaela García, representantes de la Ciudad de Buenos Aires, se coronaron campeones mundiales de Tango Escenario, la categoría que combina técnica, actuación y despliegue escénico. Un día antes, en la modalidad Tango Pista, los vencedores habían sido Aldana Silveyra y Diego Ortega, oriundos de Colón, provincia de Buenos Aires.
Un festival que reúne al mundo
El encuentro tanguero, que comenzó el 20 de agosto, incluyó más de 500 actividades y la participación de 2.000 artistas en 50 sedes porteñas. Conciertos, milongas, clases, charlas, exhibiciones y competencias posicionaron a Buenos Aires una vez más como la capital mundial del tango, recibiendo a visitantes de más de 50 países.
El jefe de Gobierno, Jorge Macri, celebró la magnitud del evento: “El tango es una forma única de decir quiénes somos. Por eso, nunca vamos a dejar de apoyar estos espacios. Gracias a todos los que hacen posible que Buenos Aires siga siendo una ciudad viva, abierta y global”.
La ministra de Cultura porteña, Gabriela Ricardes, reforzó la idea: “Estas dos semanas la Ciudad le hizo honor a su título de Capital del Tango. Vimos cómo esta música, tan nuestra y tan global al mismo tiempo, sigue irradiando desde Buenos Aires al mundo”.
La emoción de las finales
El lunes, la gran final de Tango Pista tuvo como protagonistas a Silveyra y Ortega, quienes deslumbraron con su baile ceñido al abrazo tradicional y lograron llevar a Colón a lo más alto del podio. La gala contó con un emotivo show del bandoneonista Walter Ríos, quien interpretó “Adiós Nonino” de Astor Piazzolla, y con la participación estelar de Miguel Ángel Zotto y su compañera Daiana Guspero, quienes bailaron acompañados por música en vivo.
El martes fue el turno de Tango Escenario. Allí, Bojko y García desplegaron una coreografía cargada de virtuosismo, con saltos y acrobacias que arrancaron ovaciones. La velada incluyó la presentación de la Compañía Café de los Angelitos, con diez parejas dirigidas por Gabriel Ortega y Sandra Bootz, entre ellas varios excampeones mundiales.
Grandes nombres en la programación
Durante las dos semanas, el festival ofreció un recorrido por distintas generaciones y estilos del tango. Raúl Lavié, Amelita Baltar, Adriana Varela, José “Pepe” Colángelo, Rodolfo Mederos, Lito Vitale, Juan Carlos Baglietto, Néstor Marconi, Jairo, Lidia Borda, Hugo Rivas y Franco Luciani fueron solo algunos de los artistas que pasaron por los escenarios porteños.
Hubo homenajes a figuras emblemáticas como Aníbal Troilo “Pichuco”, de la mano de la Orquesta Típica que lleva su nombre, y a Astor Piazzolla, en conciertos que combinaron tango tradicional y fusiones contemporáneas.
Una competencia de alcance global
El Mundial de Tango 2025 contó con finalistas de países tan diversos como Alemania, Armenia, Japón, Italia, México, Francia, Rusia, Turquía, Estados Unidos, Uruguay, Australia, Colombia, Venezuela y China, entre otros. Cada año, miles de bailarines de todo el planeta viajan a Buenos Aires para medir su talento y, al mismo tiempo, vivir la experiencia cultural de la ciudad donde nació el tango.
Cultura, identidad y futuro
Para Buenos Aires, el festival no solo es un evento cultural, sino también un motor turístico y económico. Según estimaciones oficiales, miles de visitantes recorrieron hoteles, bares, restaurantes y milongas, generando un impacto positivo en la economía local.
Pero, por sobre todo, el Mundial ratifica el lugar del tango como emblema de la identidad porteña y argentina. Así lo sintetizó un bailarín participante de la delegación de Italia: “Competir acá no es solo un concurso, es sentir el pulso del tango en su propia tierra”.
Con Bojko y García como flamantes campeones de Tango Escenario y Silveyra y Ortega como los mejores en Tango Pista, el Tango BA Festival y Mundial 2025 reafirmó que el dos por cuatro sigue siendo un lenguaje universal que une a generaciones y culturas en todo el planeta.