Una familia en el AMBA necesita casi $200.000 por mes solo para cubrir servicios básicos

El gasto en servicios públicos y transporte creció un 5,4% en julio. Luz, gas, agua y transporte representan una carga cada vez mayor para los hogares sin subsidios.
En medio de un contexto de alta inflación y recortes en subsidios estatales, el costo de los servicios públicos sigue en aumento para las familias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Según un informe elaborado por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), una familia tipo sin subsidios necesitó $193.329 en julio para cubrir los gastos mensuales en servicios básicos, lo que representó un incremento del 5,4% respecto al mes anterior.
El estudio —realizado en conjunto por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el CONICET— considera los costos de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público. Además, muestra una suba interanual del 40%, tomando como referencia el mismo mes del año 2024.
El impacto de cada servicio en el gasto mensual
El aumento del mes de julio responde a una combinación de factores estacionales y tarifarios. Por un lado, julio tuvo un día más que junio, lo que impactó directamente en el consumo registrado. Por otro, hubo ajustes en los cuadros tarifarios de todos los servicios analizados, lo que acentuó el alza del gasto total.
En el caso del agua potable, se aplicó una suba en el cuadro tarifario, lo que junto con el mayor número de días del mes generó un incremento notable. La tarifa de gas natural, por su parte, aumentó un 1,1% en el cargo fijo y un 1,8% en el cargo variable, a lo que se sumó un aumento del consumo por razones estacionales —principalmente, por la mayor demanda de calefacción.
En cuanto a la energía eléctrica, el informe señala que el consumo también se incrementó, acompañado de ajustes tarifarios del 0,7% en el cargo fijo y del 2,4% en el cargo variable. Estos incrementos, aunque menores en términos porcentuales, tienen un peso importante en la estructura del gasto familiar, particularmente en hogares de clase media que han quedado excluidos de los subsidios.
Transporte público: otro gasto que sigue subiendo
A este panorama se suman los aumentos en el transporte público, que también impactan directamente en el bolsillo de los usuarios. En la Ciudad de Buenos Aires, el boleto aumentó un 3,5%, correspondiente al Índice de Precios al Consumidor (IPC) más 2%, mientras que en el caso de las líneas interjurisdiccionales, que dependen del gobierno nacional, el incremento fue del 7%. El promedio ponderado general resultó en una suba del 5,1% mensual en este rubro.
Este aumento en la movilidad cotidiana representa una presión adicional sobre los presupuestos familiares, especialmente en el caso de trabajadores y estudiantes que deben realizar varios traslados diarios en transporte público.
Un escenario cada vez más exigente para las familias
El informe del IIEP advierte que la tendencia al alza en la canasta de servicios es sostenida y afecta principalmente a los sectores medios y bajos, que han perdido cobertura de subsidios o enfrentan procesos de recategorización que reducen la ayuda estatal. “Una familia promedio necesita cerca de 200 mil pesos mensuales solo para pagar servicios, sin contar alimentación, alquiler, salud o educación”, señalaron desde el organismo.
Este dato cobra especial relevancia en un contexto de estancamiento salarial y creciente desigualdad, donde el acceso a servicios públicos esenciales comienza a convertirse en una carga financiera significativa, incluso para sectores que hasta hace poco mantenían cierta estabilidad económica.
Tarifas y políticas públicas en el centro del debate
En este marco, las políticas de reducción de subsidios impulsadas por el gobierno nacional y replicadas por algunas jurisdicciones provinciales han profundizado el ajuste sobre los hogares. Si bien desde el Ejecutivo sostienen que la eliminación de subsidios busca corregir distorsiones y reducir el déficit fiscal, especialistas advierten que la falta de medidas compensatorias puede agravar la situación de millones de familias.
Además, el estudio del IIEP funciona como un termómetro que permite anticipar el impacto social de los próximos aumentos tarifarios, en un escenario donde las actualizaciones por inflación se han vuelto una constante.
Conclusión: más presión sobre los hogares
La suba sostenida del costo de los servicios públicos en el AMBA marca un punto crítico en el acceso universal a bienes esenciales. Sin subsidios, y con tarifas que se actualizan mes a mes, las familias ven reducido su margen de maniobra económico, obligándolas a elegir entre pagar servicios o cubrir otras necesidades básicas.
A la espera de políticas públicas que equilibren la balanza, los hogares del AMBA enfrentan una realidad cada vez más restrictiva, en la que la estabilidad económica se vuelve un objetivo difícil de alcanzar.