Un Decreto sin necesidad y sin urgencia

Pasadas las primeras 24 horas del anuncio del mega Decreto de Necesidad y Urgencia que vuela por los aires todo el andamiaje legal de nuestro País y entrega todo el poder del Estado a las corporaciones, los cacerolazos, las movilizaciones y los pronunciamientos no tardaron en llegar como método de repudio, realizado por el Presidente de la Nación, Javier Milei.
Lo primero que vimos fueron los cacerolazos espontáneos en los distintos barrios de la Ciudad y en algunos Municipios de la Provincia de Buenos Aires, que derivaron en una concentración en el Congreso de la Nación que se mantuvo con gente durante toda la madrugada que iba y venía.
Desde la mañana de ayer se acumularon una importante cantidad de rechazos al decreto de parte de casi todo el arco político. El peronismo no tardo en rechazar el anuncio, los Gobernadores e Intendentes se sumaron a eso, la UCR expresó su oposición, el sector que responde a Horacio Rodríguez Larreta dentro del PRO, la Coalición Cívica, el excandidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, los partidos de izquierda y también el sindicalismo. La CGT, luego de una extensa reunión del consejo directivo, definió realizar el miércoles 27 de diciembre una gran concentración frente a los Tribunales de Plaza Lavalle, en lo que será, en palabras de Héctor Daer y Pablo Moyano, “el comienzo de un plan de lucha”.
Sumado a esto, ayer por la noche, el Congreso era otra vez el punto de convocatoria para que miles de manifestantes salgan a cacerolear en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero con mucha más presencia policial. También hubo marchas y concentraciones en Córdoba, en donde la policía salió a reprimir, en la ciudad de Rosario y en distintos puntos del país. El malestar contra el decreto va creciendo en tanto y en cuanto se conoce más en detalle la normativa, incluso entre los votantes de La Libertad Avanza.