17 octubre, 2025

Los desafíos del Gobierno nacional para preservar la unidad y la mesa de los argentinos y argentinas. Las claves para pensar en el 2023.


“Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula a presidente que integraremos juntos, él como candidato a Presidente y yo como candidata a vice en las PASO”. El 18 de mayo de 2019, todos y todas nos levantamos exaltados y sorprendidos con un video de la hasta ese entonces senadora nacional y ex Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Tiempo después se constituía el Frente de Todos, una coalición electoral entre ambos dirigentes a la que se sumaba Sergio Massa, luego del café tan anunciado con quien fuera el Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. 


El 11 de agosto de 2019 en las PASO y el 27 de octubre del mismo año  en las elecciones generales, el pueblo argentino salió a votar para ponerle fin al proyecto neoliberal de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Sí, el que ganó y tenía que asumir un Gobierno con una herencia explosiva a partir de una deuda de 45.000 millones de dólares con el FMI, en lo que según ellos mismos fue “el mayor fracaso de la historia del organismo”, con una desocupación de 8,9% y una enorme caída en la actividad industrial fue el Frente de Todos. Sin embargo, el que, movilizado, construyó esa victoria fue nuestro Pueblo. Este recuerdo sirve para entender de dónde venimos, y para refrescar a dónde no queremos volver. 


Hoy, pareciera ser que el mayor y principal problema que tiene el Gobierno Nacional es la interna en la que se encuentra subsumida que paraliza la gestión, pero no es así. La problemática más relevante es la falta de iniciativa política para cumplir los sueños y esperanzas por la que el pueblo argentino llevó al Frente de Todos al gobierno el 10 de diciembre de 2019. No hay duda de que la herencia recibida fue MUY pesada y que a los pocos días de asumir comenzó la pandemia del COVID. No obstante, en este presente tan complejo resulta primordial que se comience a ganar “la guerra contra la inflación”, como lo anunció Alberto Fernández, y que se recuperen los salarios de manera urgente. Perdón, es imperioso que se recupere la iniciativa política porque del otro lado no hay amigos sino aquellos que aún hoy, a pesar de sus fracasos, quieren seguir imponiendo recetas neoliberales para nuestro pueblo. 


La inflación de marzo superó el 6% y abril no parece desacelerar. Las expectativas para este año no son demasiado alentadoras. La inflación es un problema al que el gobierno no le ha encontrado la vuelta y que mes a mes se come el salario de los trabajadores y las trabajadoras. Es indudable que un grupo de empresarios busca únicamente aumentar sus ganancias a costa de la comida de los argentinos y las argentinas, pero es el Gobierno quien es el único capaz de con firmeza tomar definiciones para revertir esta situación. Obviamente que no hay recetas mágicas, pero sí tienen que haber políticas claras, efectivas y confrontativas contra los que especulan, porque mientras unos se benefician con los aumentos de precios, otros, los sectores populares, diariamente pierden su capacidad de consumo. 


Ante esta realidad, son inevitables los debates en el seno del oficialismo respecto a la política económica y, en especial, quién y cómo debe llevar adelante las medidas necesarias para mejorarle la vida a los argentinos y argentinas. Ardua tarea, a la que le falta debate y definiciones claras. Los últimos indicadores sobre la desocupación, la caída de la pobreza y de la indigencia fueron muy alentadores; el crecimiento económico y el acuerdo con el FMI para evitar el default, también muestran signos positivos. Hoy, la inflación – que desorganiza la vida de todos y de todas- tiene que ser la batalla más importante a encarar por este gobierno, y para ello debe hacerse en unidad, porque para las elecciones del año que viene no falta mucho y el proyecto neoliberal que nos sacamos de encima en 2019, se encuentra agazapado y esperando para dar el zarpazo. 


No se puede jugar a la división cuando el que la pasa mal es nuestro pueblo. Es necesario dar todas las peleas y trabajar todo lo que haya que trabajar para que nuestra sociedad salga adelante. Como bien dijo Cristina en aquel video del 18 de mayo, con el que empezamos esta nota, es momento de volver y retomar “ese principio siempre remanido y repetido, y tantas veces incumplido del peronismo de: primero la patria, después el movimiento y por último los hombres. Es hora de hacerlo realidad de una buena vez por todas y no solo con palabras sino también con los hechos y, sobre todo, las conductas.”

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