16 octubre, 2025

En el mes de la Memoria homenajeamos a un vecino detenido-desaparecido de la comuna rescatando su historia de lucha.

Carlos nació en Liniers, el 24 de abril de 1948. Vivió con su familia en el barrio de “las mil casitas” en la calle Tellier, hoy Lisandro de la Torre. Toda su infancia la pasó jugando en la calle con una gran barra de amigos y, además, se lo podía ver en el potrero al que llamaban “El Campito”.
Sus primeros años de la escuela primaria fueron en la (ahora) Escuela N° 15 D.E. 20, para luego seguir en la Escuela N° 4. Pepi, mamá de Carlos, siempre invitaba a merendar a los compañeros de escuela de sus hijos. Todos recuerdan que era una casa donde había mucho movimiento y alegría.

Carlos cursó la escuela secundaria en el Nacional 13, que tenía fama de ser “semillero de maldad”. Allí se hizo muy amigo de Óscar con quien, para matar el aburrimiento adolescente, miraban autos pasar por Gral Paz o jugaban campeonatos de canasta con las señoras del barrio.

Al finalizar la secundaria, Óscar le pidió a Carlos que lo acompañara a anotarse a la escuela de la Marina Mercante. Una vez allí, finalmente se anotaron los dos, aunque Carlos lo hizo por puro compañerismo. Ambos hicieron el examen de ingreso pero, paradójicamente, sólo Carlos aprobó. Para su familia este hecho fortuito era una complicación ya que no sabían si podrían sostener económicamente esta carrera, pero lo acompañaron.
Corría el año 1967, Carlos y varios amigos comenzaron a frecuentar el cine-debate que funcionaba los viernes a la noche en el Instituto Cultura Religiosa que manejaba un grupo de sacerdotes que luego serían denominados “del Tercer Mundo”. Si bien Carlos se definía como ateo, ese lugar le llamaba la atención.

En esos años conoció a Inés, quien sería su esposa y madre de sus hijos. Se conocieron en un baile organizado por la Escuela de la Marina Mercante. Ninguno de los dos provenían de familias peronistas pero Cristina (íntima amiga de Carlos) ya había comenzado a militar en Montoneros y los invitó a sumarse. Carlos todavía no entendía el fenómeno del peronismo e intentaba racionalizarlo. Por su parte, Inés era más intuitiva, y luego de muchas discusiones políticas y debates, terminaron siendo dos militantes de Montoneros abocados territorialmente en Morón y Moreno. A esa altura, ya estaban casados, vivían juntos, trabajaban y estudiaban así que las horas de descanso escaseaban.

En 1973 tuvieron a su primera hija, Ana. A los pocos meses, mientras los padres de Inés cuidaban a la beba, llegó un operativo policial, revisaron la casa y encontraron material que relacionaba a la pareja con Montoneros. Carlos e Inés fueron detenidos inmediatamente; él se declaró responsable de todo lo que encontraron y así liberaron a Inés tras 15 días de detención. Por su parte, él siguió detenido durante 6 meses más. Luego de este episodio, los dos cortaron relación con Montoneros. En 1975 tuvieron a su segundo hijo, Manuel. Y poco después del golpe de estado de 1976, Carlos e Inés se separaron.

En noviembre de 1977 desapareció Eduardo, el hermano mayor de Carlos y, en diciembre, Carlos fue secuestrado en su propio auto en Capital Federal. Se sabe que fue llevado al Centro Clandestino de Detención “El Banco”, y que probablemente habría sido asesinado antes del Mundial de 1978.

Esta historia hoy se puede reconstruir gracias al incansable trabajo de la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Liniers, Mataderos y Villa Luro. Esta Comisión busca recordar y homenajear a lxs militantes detenidxs desaparecidxs de esos barrios visibilizando el vínculo que ellxs tenían con esta comuna.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *