Presentan la reforma educativa “Secundaria Aprende”: la polémica entre el Gobierno de la Ciudad y los gremios docentes

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Jorge Macri, lanzó este jueves una nueva reforma educativa denominada “Secundaria Aprende”. Este programa busca transformar el modelo actual de enseñanza en las escuelas secundarias porteñas mediante un sistema sin repitencias, mayor virtualidad y la eliminación de materias previas. Sin embargo, la iniciativa ha generado un fuerte rechazo por parte de los gremios docentes, quienes advierten que la propuesta supone un retroceso en la calidad educativa y precariza la labor docente.
El planteo de “Secundaria Aprende”
Durante la presentación, Jorge Macri celebró la reforma, calificándola como “una transformación de la secundaria” en un contexto de crisis global en los sistemas educativos. “En el mundo, la educación secundaria está en crisis y en Argentina se potencia con un sistema que no andaba bien. Nuestro objetivo es que a los chicos les resulte interesante lo que sucede en el aula y que aprendan”, sostuvo el jefe de Gobierno.
El programa introduce un modelo innovador que elimina la tradicional repitencia de año, facilita el uso de herramientas virtuales para el aprendizaje y suprime la acumulación de materias previas, que suelen generar un atraso académico significativo en los estudiantes. Con esta reforma, el Ejecutivo porteño pretende “modernizar” la secundaria, buscando que los estudiantes se sientan más motivados y comprometidos con el contenido educativo.
La respuesta de los gremios docentes
No obstante, los gremios docentes porteños han reaccionado de manera contundente contra la reforma. Amanda Martin, secretaria gremial de ADEMYS, señaló que “Secundaria Aprende” es la tercera reforma educativa impulsada por el PRO en la Ciudad desde que asumieron la gestión, lo que, a su criterio, revela “el fracaso que fueron Nueva Escuela Secundaria y Secundaria del Futuro”. Según Martin, la propuesta actual se asemeja a las políticas educativas de la década de los 90, durante la presidencia de Carlos Menem.
“Es una reforma al estilo de la que aplicó Menem en los 90. Se eliminan disciplinas y se reemplazan por áreas con menos contenido. Además, se introduce más virtualidad, sin que haya un aumento significativo del presupuesto ni de los recursos para las escuelas”, criticó la dirigente gremial en diálogo con Tiempo Argentino. ADEMYS sostiene que la reforma precariza el trabajo docente y no atiende las necesidades reales de los estudiantes ni de los educadores.
Otro de los puntos más polémicos de la reforma es la incorporación de un sistema sin repitencias. Los gremios argumentan que, lejos de ser una solución al bajo rendimiento escolar, esta medida podría contribuir a un deterioro del nivel académico, reduciendo las exigencias y los contenidos necesarios para una formación de calidad.
Rechazo en las escuelas y críticas a la gestión educativa
Martin también afirmó que muchas escuelas que fueron designadas como “pilotos” para implementar la reforma en 2025 han decidido retirarse de ese rol, considerando que “Secundaria Aprende” representa una degradación del contenido educativo. Según la representante de ADEMYS, la propuesta está siendo rechazada ampliamente por la comunidad educativa, que la percibe como una iniciativa que precariza tanto la enseñanza como el trabajo docente.
Para los gremios, este nuevo intento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de modificar el sistema educativo es una respuesta a los malos resultados obtenidos por las propias reformas impulsadas desde 2015, cuando comenzaron a aplicarse modelos como “Secundaria del Futuro”. En lugar de aumentar los recursos y el presupuesto para mejorar las condiciones de enseñanza y aprendizaje, aseguran que la actual gestión educativa apuesta por cambios estructurales que no cuentan con el respaldo de la comunidad educativa.
Un debate abierto sobre el futuro de la educación
El lanzamiento de “Secundaria Aprende” ha puesto en el centro del debate las tensiones en torno a cómo mejorar el sistema educativo en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras el gobierno porteño defiende la reforma como una medida necesaria para modernizar y mejorar la experiencia de los estudiantes, los gremios docentes la ven como un retroceso que impactará negativamente tanto en la calidad educativa como en las condiciones laborales del personal docente.
La reforma aún deberá enfrentar un proceso de implementación y seguimiento, pero el rechazo inicial de gran parte de la comunidad educativa plantea un escenario complicado para su aplicación. El desafío de equilibrar las demandas de los docentes y las expectativas de modernización del Gobierno promete ser uno de los principales temas de discusión en los próximos meses en el ámbito educativo porteño.