500 efectivos de Gendarmería Nacional ingresaron en la Villa 1-11-14 para allanar 40 objetivos vinculados al clan Los Marolas, una familia criminal de la zona acusada por vecinos de de ser parte del asesinato de Nayla Torrilla, de cuatro años, muerta a tiros en el fuego cruzado de un enfrentamiento armado en la zona en febrero pasado.
El clan, integrado por la familia González, está enfrentado históricamente a otra familia criminal en el Bajo Flores, Los Cabrales: el tiroteo entre ambos grupos le habría costado la vida a la menor, que jugaba con amigas al momento de ser asesinada.Ahora, Los Marolas son acusados de los delitos de venta de drogas, robos, usurpaciones y amenazas coactivas.
En los nuevos procedimientos interviene el juez Mariano Iturralde, la PROCUNAR -el ala de la Procuración dedicada a investigar delitos de narcotráfico con el fiscal Diego Iglesias- la fiscal Silvana Russi y la UFEIDE del MPF porteño, a cargo de Cecilia Amil Martín.Por lo pronto, hay once detenidos, con dos prófugos que todavía son buscados. Se secuestraron drogas, armas y dinero.
Los Marolas, según documentos judiciales, operan entre la Avenida Bonorino, la calle 10, la calle Ana María Janer y la calle Charrúa del asentamiento. Sandro Gustavo González, alias “El Intendente”, de 46 años, ex empleado de constructoras y empresas de limpieza, es sindicado por la PROCUNAR y la fiscal Russi como el presunto líder del grupo, junto con al menos cinco de sus hijos.