Los aportantes detrás de La Libertad Avanza: quiénes financian al oficialismo

Farmacéuticas, agroindustrias, financistas y desarrolladores inmobiliarios aparecen entre los principales aportantes privados a la campaña legislativa de La Libertad Avanza (LLA). En pleno escándalo por el caso de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), los registros oficiales de la Cámara Nacional Electoral (CNE) muestran un corrimiento del financiamiento empresario: mientras el PRO, históricamente receptor de estos fondos, no declaró ingresos privados, el partido de Javier Milei atrajo montos millonarios.
Agro y aceiteras: del PJ al mileísmo
El caso más emblemático es el de la Aceitera General Deheza (AGD), la mayor firma nacional del sector, propiedad de Roberto Urquía. Exdiputado del peronismo, Urquía aportó $3 millones el 24 de julio. Según fuentes del sector, “Roberto les pone un poquito a todos”, aunque esta vez solo destinó recursos al oficialismo.
A su vez, el empresario Esteban Antonio Nofal, hijo del creador de Torneos y Competencias, hizo dos transferencias de $3,7 millones y $1,3 millones. Nofal, ligado a fondos que compraron parte de la deuda de Vicentín, también aparece en los registros. Su grupo inversor CIMA fue señalado como interesado en empresas que alguna vez estuvieron bajo la órbita de Nicolás “Nicky” Caputo.
Farmacias y laboratorios en primera fila
Entre los mayores aportantes figura Promofarma, con un desembolso de $25,28 millones el 30 de julio. La empresa maneja unas 3.000 farmacias en Argentina y también tiene negocios en España.
Además, en la carta publicada en The Washington Post titulada “El sueño argentino”, 12 grandes compañías elogiaron públicamente al Gobierno de Milei. Allí aparecen laboratorios como Elea, Roemmers y Bagó, además de la semillera Don Mario y el grupo financiero Supervielle, todos alineados con la nueva gestión.
Financieras y desarrolladores: apuestas millonarias
El aporte más abultado registrado corresponde a Creditch S.A., una financiera con pocos datos públicos, que el 15 de julio transfirió $116,5 millones a la campaña de LLA.
También figura Juan Ignacio Abuchdid, joven financista dueño del grupo IEB, con aportes de $7 millones y $3 millones en la misma fecha. Abuchdid compró la constructora española Dycasa, invirtió en el megaproyecto “Puerto Nizuc” en Hudson —un “Nordelta del Conurbano Sur”— y colocó a IEB como sponsor central de San Lorenzo. No casualmente, su firma también firmó la carta en el Washington Post.
Publicidad, medios y comunicación
El rubro de la comunicación también aparece entre los financiadores. VP Comunicación SRL, propiedad de Juan Pazo —exfuncionario del macrismo y actual titular de ARCA, la exAFIP— transfirió $20 millones el 14 de julio. Pazo, además, venía dialogando con empresarios para asegurar fondos al oficialismo.
Por su parte, Magallanes Media, empresa de Eduardo Lerner, aportó $30 millones. La firma tiene antecedentes en la impresión de DNI durante el gobierno de Alberto Fernández y en la producción de boletas partidarias. También fue editora de la revista de espectáculos Pronto.
Un mapa de poder en movimiento
Los registros de la CNE muestran un patrón claro: los fondos privados que antes fluían hacia el PRO ahora se redirigen hacia LLA. El corrimiento no solo refleja la centralidad que adquirió Milei en la política nacional, sino también la búsqueda de los grandes jugadores empresariales de asegurarse un canal directo con el oficialismo.
La magnitud de algunos aportes llama la atención. Nunca antes una financiera como Creditch había blanqueado semejante suma en una campaña. Y la irrupción de farmacias y laboratorios como protagonistas del financiamiento confirma que los sectores vinculados a la salud también buscan afianzar su relación con el Gobierno.
Con una campaña marcada por las denuncias de corrupción en la ANDIS y por el reacomodamiento de alianzas internas entre Karina Milei, los Menem y Santiago Caputo, los registros de financiamiento muestran quiénes ponen el dinero en un oficialismo que se presenta como anti-casta, pero recibe millones de la elite empresarial.