La Ministra Pettovello Incumple orden judicial y continúa sin entregar los alimentos

La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, se encuentra en el ojo de la tormenta tras incumplir nuevamente una orden judicial que le exige entregar un plan de reparto inmediato para los 5,8 millones de kilos de alimentos retenidos. Esta situación se agrava día a día, dado que la fecha de vencimiento de estos productos se aproxima peligrosamente.
A pesar de las reiteradas órdenes judiciales, Pettovello ha mantenido una postura inflexible, alegando que serán las provincias las que deberán solicitar los alimentos y gestionar su logística. Según declaraciones recogidas por El Destape, la ministra insiste en que su intención es enviar estos suministros a escuelas vulnerables. Sin embargo, estas instituciones ya cuentan con un presupuesto asignado para sus comedores, el cual, según denuncias, el gobierno actual ha estado recortando.
Esta reticencia a actuar de manera expedita no solo genera desconcierto y malestar entre los actores sociales y políticos, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria de miles de personas que dependen de estas provisiones en situaciones de emergencia.
El actual gobierno, encabezado por Milei y respaldado por Pettovello, ha defendido su inacción argumentando que la retención de alimentos fue una decisión del anterior gobierno. No obstante, resulta llamativo que, después de más de seis meses en el poder, sigan sin ofrecer una solución concreta y eficaz.
Esta falta de acción resulta especialmente preocupante considerando las recientes catástrofes que han golpeado al país. La tragedia en Bahía Blanca, que dejó 13 muertos, y las inundaciones en Corrientes son ejemplos claros de situaciones donde la distribución inmediata de alimentos habría sido crucial. En particular, en Corrientes, el intendente de Paso de los Libres solicitó alimentos a Pettovello, pero no obtuvo respuesta alguna.
La situación ha generado una crisis de confianza en la gestión del Ministerio de Capital Humano. Las organizaciones sociales y los líderes comunitarios expresan su frustración y temor ante la posible pérdida de grandes cantidades de alimentos esenciales debido a la proximidad de su fecha de vencimiento.
Además, este escenario plantea interrogantes sobre la capacidad y disposición del gobierno para manejar adecuadamente los recursos destinados a la asistencia en emergencias. La falta de transparencia y la demora en la distribución de los alimentos no solo representan un fallo administrativo, sino también un fracaso moral y ético en la protección de los más vulnerables.
La gestión de Sandra Pettovello en el Ministerio de Capital Humano está bajo un escrutinio cada vez mayor, y la presión para que cumpla con las órdenes judiciales y distribuya los alimentos retenidos sigue en aumento. La responsabilidad de asegurar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan es un deber ineludible que, hasta ahora, no se ha cumplido adecuadamente.
En momentos de crisis, la eficiencia y la empatía en la gestión pública son cruciales. El futuro de millones de kilos de alimentos y la seguridad alimentaria de numerosas comunidades dependen de una acción inmediata y efectiva por parte de las autoridades competentes. La historia juzgará severamente cualquier retraso o negligencia que ponga en riesgo la vida y el bienestar de los ciudadanos más desprotegidos.