La Justicia suspendió el recital de Milo J en la ex ESMA y desató una fuerte polémica

El recital gratuito que el músico Milo J tenía previsto realizar en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) fue suspendido horas antes de su inicio por una medida cautelar impulsada por el Ministerio de Justicia de la Nación y avalada por la jueza María Alejandra Biotti. La decisión judicial generó un fuerte rechazo por parte de los organismos de Derechos Humanos, el directorio de la ex ESMA y miles de jóvenes que esperaban el evento.
Un evento cancelado y acusaciones de censura
El show, que formaba parte de la presentación de la edición de lujo del último álbum de Milo J, 166, había generado gran expectativa y se esperaba la asistencia de 20.000 personas. Sin embargo, la cancelación no solo dejó a los fanáticos sin su espectáculo, sino que también desató un cruce político.
Uno de los principales voceros del oficialismo, el director de comunicación digital de Javier Milei, Juan Pablo Carreira, conocido en redes como “Juan Doe”, reconoció abiertamente que la suspensión del evento tuvo un trasfondo político y no administrativo. “Ahora gobernamos nosotros, no ellos”, escribió en su cuenta de X (ex Twitter), dejando en evidencia que la medida no respondía únicamente a cuestiones de seguridad o de permisos.
Reacciones y denuncias de censura
Desde el directorio de la ex ESMA denunciaron que el Gobierno de Milei censuró el recital y dejó a 20.000 jóvenes sin su espectáculo. Además, alertaron sobre el fuerte operativo policial desplegado en las inmediaciones del predio, lo que generó tensión entre los asistentes que ya se encontraban en el lugar.
Por su parte, Milo J expresó su tristeza y frustración en un video en vivo en su cuenta de Instagram. En sus declaraciones, aseguró que el Gobierno había utilizado documentación falsa para justificar la cancelación del show y pidió a sus seguidores que se retiraran pacíficamente ante la gran presencia de fuerzas de seguridad.
“No quiero que a ningún fan le pase nada, hablo en serio, pórtense bien”, pidió el artista. Luego, con ironía, agregó: “Supongo que juntar 20.000 personas en un espacio de memoria al Gobierno de ahora no le gusta”.
La versión oficial y la respuesta del Gobierno
Desde el Gobierno nacional justificaron la suspensión del evento alegando que no contaba con la debida autorización de la Secretaría de Derechos Humanos, organismo que gestiona el Espacio Memoria y Derechos Humanos y que debía garantizar las medidas de seguridad.
Sin embargo, la publicación de Carreira en redes dejó al descubierto que la suspensión tuvo un trasfondo político. En su mensaje, el funcionario reconoció que la decisión fue deliberada y celebró la cancelación con una burla hacia los sectores opositores:
“Y que la GIGA lloren los kukas. Ahora gobernamos nosotros, no ellos”, escribió, en referencia despectiva a quienes critican la gestión de Milei. Además, agregó: “Están locos si los vamos a dejar usar un edificio del Estado para hacer un showcito político nefasto”.
Un nuevo capítulo en la disputa por la memoria y los Derechos Humanos
La suspensión del recital de Milo J en la ex ESMA reaviva el conflicto en torno a la política de memoria y derechos humanos bajo la gestión de Javier Milei, quien ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de revisar y modificar el rol de los organismos que preservan la historia del terrorismo de Estado en Argentina.
El episodio también pone en debate la utilización del poder judicial como herramienta de censura y la creciente tensión entre el oficialismo y los sectores culturales y de derechos humanos, que denuncian un intento de revisar, minimizar o negar la historia reciente del país.
Mientras tanto, miles de fanáticos de Milo J se quedaron sin su esperado recital y con una pregunta sin respuesta: ¿se trató realmente de un problema administrativo o de un nuevo intento de silenciar voces incómodas para el Gobierno?