15 octubre, 2025

La inflación en la Ciudad fue del 2,3% en abril y acumula un 11,1% en lo que va del año

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El IPC porteño registró un incremento moderado en abril, aunque la variación interanual ya supera el 52%. Alimentos, vivienda y transporte fueron los principales impulsores.

La inflación en la Ciudad de Buenos Aires se ubicó en 2,3% durante el mes de abril, según el relevamiento difundido por el Instituto de Estadística y Censos porteño (IPCBA). Con este nuevo registro, el índice de precios al consumidor acumula una suba del 11,1% en lo que va de 2025 y un aumento interanual del 52,4% respecto al mismo mes del año anterior.

El informe técnico elaborado por el organismo detalló que la variación del nivel general de precios fue impulsada, en su mayor parte, por los aumentos en vivienda, alimentos, transporte, salud y restaurantes, que en conjunto explicaron el 70,3% de la suba total del índice.

Vivienda y servicios básicos: el mayor impacto

La división Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró un incremento del 2,4% mensual, con una incidencia de 0,46 puntos porcentuales (p.p.) sobre el total del IPCBA. Este aumento se explicó principalmente por las actualizaciones en los valores de los alquileres y de las expensas, además de una suba en los precios de servicios de reparación del hogar.

El dato no pasa desapercibido en un contexto donde el acceso a la vivienda y el peso del alquiler en los ingresos se han vuelto temas centrales en la agenda urbana porteña. Si bien el aumento es menor al de meses anteriores, la presión sobre los inquilinos continúa siendo elevada.

Alimentos y bebidas: subas y bajas compensadas

Por su parte, alimentos y bebidas no alcohólicas, una categoría clave por su impacto directo en el poder adquisitivo, mostró una suba de 2,2%, con una contribución de 0,39 p.p. al índice general. Dentro de esta división, se destacaron los aumentos en carnes y derivados (5,0%) y en leche, productos lácteos y huevos (3,8%).

En contrapartida, algunos productos estacionales mostraron descensos, como el caso de verduras, tubérculos y legumbres (-4,6%) y frutas (-3,2%), lo que ayudó a contener el incremento total del rubro. La combinación de alzas en productos básicos y bajas estacionales mantuvo el promedio mensual en valores relativamente contenidos.

Restaurantes, transporte y salud también presionan

La división Restaurantes y hoteles tuvo un aumento promedio del 2,6%, con una incidencia de 0,29 p.p., principalmente por los incrementos en los precios de alimentos preparados en locales gastronómicos. Este rubro continúa reflejando el traslado de los mayores costos operativos a los precios finales.

En tanto, el Transporte subió también un 2,6%, con una incidencia de 0,27 p.p., impulsado por el aumento en combustibles, estacionamientos y pasajes aéreos. La Salud, otro de los rubros sensibles, registró una suba de 2,4%, que impactó 0,22 p.p., debido a nuevos ajustes en las cuotas de medicina prepaga.

El resto de las divisiones relevadas por el IPCBA también presentaron aumentos, aunque con una incidencia menor en el nivel general de precios.

Un abril moderado, pero con inflación persistente

Si bien el 2,3% mensual registrado en abril representa una desaceleración respecto a los niveles de inflación alcanzados durante el segundo semestre de 2024, la trayectoria interanual del 52,4% evidencia que el proceso de suba de precios sigue vigente y estructural, especialmente en sectores claves para los hogares porteños.

En los primeros cuatro meses del año, el 11,1% acumulado también obliga a proyectar con cautela el desempeño inflacionario de 2025. A pesar de la moderación de las cifras mensuales, la inflación núcleo sigue activa y responde, entre otros factores, a la dinámica de costos y al impacto rezagado de la devaluación de diciembre.

Perspectivas y desafíos

El comportamiento de la inflación en los próximos meses estará determinado, en gran medida, por las políticas tarifarias, la evolución del tipo de cambio, y el resultado de las negociaciones salariales. La decisión del Gobierno nacional de desacelerar el ritmo de aumentos regulados, combinada con una fuerte recesión, podría contener los precios en el corto plazo, aunque el riesgo de rebrotes inflacionarios permanece latente.

Mientras tanto, los hogares de la Ciudad siguen ajustando sus consumos, priorizando gastos esenciales y limitando el acceso a bienes y servicios que sufren aumentos constantes. El desafío para las autoridades será mantener la estabilidad de precios sin profundizar el deterioro del poder adquisitivo ni afectar la recuperación económica.

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