La CGT se suma a la marcha federal universitaria del 2 de octubre contra el veto de Milei al presupuesto universitario

La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció su adhesión a la marcha federal universitaria convocada para el próximo 2 de octubre en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, en apoyo al reclamo del sector universitario contra el veto presidencial a la ley de actualización del presupuesto universitario. La ley, sancionada por el Senado, había sido impulsada para garantizar el ajuste automático de las partidas presupuestarias destinadas a las universidades públicas según la inflación, pero el presidente Javier Milei anticipó que la vetará.
La decisión de la CGT se formalizará este miércoles, 25 de septiembre, mediante una conferencia de prensa que tendrá lugar en la sede de la central obrera en Azopardo 802, a las 16 horas, según informaron fuentes sindicales. Esta medida refuerza el lazo entre la comunidad universitaria y el movimiento sindical, que se ha movilizado en varias ocasiones en defensa de la educación pública y los derechos de los trabajadores.
Contexto del conflicto: veto al presupuesto universitario
El principal foco de conflicto surge a raíz del veto que el Gobierno de Milei planea aplicar sobre la ley aprobada en el Senado que busca garantizar la actualización periódica de las partidas presupuestarias para las universidades. Esta ley exige al Estado ajustar cada dos meses los fondos asignados para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión, en línea con el índice de inflación.
La comunidad universitaria, que incluye estudiantes, docentes, gremios y autoridades de las instituciones educativas, ha manifestado su rechazo al veto presidencial, argumentando que la situación financiera de las universidades públicas es crítica. En respuesta, las organizaciones han decidido realizar un paro los días 26 y 27 de septiembre, que culminará con una marcha federal al Congreso el 2 de octubre.
Esta movilización será la segunda gran manifestación de la comunidad universitaria contra el gobierno de Javier Milei, luego de la multitudinaria marcha del 23 de abril, cuando miles de estudiantes, docentes y dirigentes de la oposición marcharon a Plaza de Mayo para expresar su desacuerdo con el recorte presupuestario. En aquella ocasión, la protesta también fue respaldada por sectores de la oposición y sindicatos.
La CGT y su rol en la marcha
Con la incorporación de la CGT a la movilización, el reclamo toma mayor fuerza. La central obrera, uno de los actores sindicales más poderosos del país, ha señalado en repetidas ocasiones su preocupación por las políticas de ajuste del gobierno de Milei, y su participación en la marcha refuerza su compromiso con los sectores afectados por estas medidas.
“Esta marcha no es solo por la educación universitaria, sino por la defensa de los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras que dependen de un Estado que priorice la inversión en educación, ciencia y tecnología”, señalaron fuentes cercanas a la central sindical.
La adhesión de la CGT a la marcha podría marcar un nuevo punto de inflexión en la relación entre el sindicalismo y el gobierno, ya que el veto a la ley de actualización presupuestaria se suma a una serie de medidas que han generado tensiones entre el ejecutivo y los gremios, incluyendo los recortes en áreas clave como la educación y la salud.
El impacto del ajuste en las universidades
El veto de Javier Milei impacta directamente en el funcionamiento diario de las universidades públicas, que ya enfrentan serias dificultades para cubrir sus gastos operativos debido al aumento constante de los costos. Sin un ajuste presupuestario acorde a la inflación, muchas universidades ven comprometidos sus programas de investigación, extensión, y en algunos casos, incluso su capacidad para pagar salarios y servicios básicos.
La ley vetada, en su esencia, buscaba otorgar un alivio a las universidades en un contexto de alta inflación, garantizando que los presupuestos se actualicen cada dos meses para poder afrontar el aumento de precios. Sin embargo, el gobierno argumenta que el ajuste periódico de estas partidas representa una carga fiscal insostenible.
La marcha del 2 de octubre será, sin duda, un evento clave en la confrontación entre la comunidad universitaria y el gobierno de Milei, y su resultado podría marcar el futuro de la educación pública en Argentina en el contexto de un ajuste económico generalizado.
Con la CGT a la cabeza, y el respaldo de estudiantes, docentes y otros gremios, la protesta promete ser una de las movilizaciones más significativas de los últimos meses en el país.