Interna libertaria: acusan a Villarruel de “pactar con el peronismo” y la señalan como “el enemigo dentro del Senado”
Lilia Lemoine, diputada nacional de La Libertad Avanza y una de las voces más cercanas a Javier Milei, volvió a apuntar contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, en medio de la creciente tensión interna que sacude a la cúpula del oficialismo. En declaraciones públicas y en entrevistas recientes, la legisladora acusó a la titular del Senado de “pactar con el kirchnerismo” y de trabajar para que el presidente “pierda poder”.
“Es el enemigo dentro del Senado”, disparó Lemoine, quien desde hace semanas sostiene un discurso cada vez más crítico hacia Villarruel. Las acusaciones se enmarcan en una guerra abierta entre el Presidente y su vice, que comenzó con diferencias públicas en torno a proyectos sensibles como el aumento a jubilados, leyes de discapacidad y la distribución de fondos para las provincias.
Un vínculo quebrado y sospechas de alianzas
La diputada libertaria sugirió que Villarruel estaría construyendo una alianza con sectores no alineados del peronismo, en especial con gobernadores y senadores del interior, para posicionarse como una alternativa política. “Le encanta pactar con el kirchnerismo. Con ellos no vamos a pactar, y ella está con ellos”, insistió, aunque luego aclaró que no se trata del kirchnerismo tradicional, sino de una “facción disidente” con la que la vicepresidenta estaría tejiendo vínculos para su propio beneficio.
El cortocircuito entre Milei y Villarruel no es nuevo, pero la tensión creció visiblemente en las últimas semanas. Luego de que desde Casa Rosada se la acusara de “traición” por permitir que el Senado aprobara proyectos opuestos al plan de ajuste del Ejecutivo, Villarruel respondió defendiendo políticas públicas vinculadas a jubilaciones y discapacidad, lo que marcó un quiebre ideológico y estratégico con el Presidente.
Movimientos en las provincias y sospechas de campaña propia
Según diversas fuentes del oficialismo, Villarruel habría intensificado sus recorridas por provincias como Santa Fe, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, donde se la vio reunida con dirigentes locales, entre ellos el gobernador Gerardo Zamora. Estos movimientos fueron interpretados como una señal de que la vicepresidenta estaría construyendo su propio armado político, en paralelo —y en potencial contradicción— con la estrategia presidencial.
En esa línea, Lemoine dejó entrever que Villarruel podría estar preparándose para reemplazar a Milei. “La traición es porque espera reemplazarlo cuando pueda”, señaló en declaraciones a la señal TN, y añadió que “está haciendo populismo con la imagen que tiene gracias a haber llegado por Milei”.
“Debería haberse limitado a sonar la campanita”
La diputada no se guardó críticas sobre el rol institucional de la vicepresidenta. “Debería haberse limitado a sonar la campanita del Senado”, dijo en tono despectivo, en referencia a la función protocolar que le asigna al cargo. También acusó a Villarruel de “querer hacer marca aparte”, construyendo una figura propia y diferenciada, lo que para los sectores leales al presidente constituye una ruptura del pacto fundacional del espacio libertario.
El malestar no solo circula entre diputados. Según la periodista Cristina Pérez, “el Gobierno no tiene dudas de que la vicepresidenta está actuando en acuerdo con el peronismo”, y por eso no se opuso al avance de iniciativas que Milei consideraba perjudiciales para su plan económico. Entre ellas se destacan la emergencia en discapacidad, la moratoria previsional y el reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Un conflicto que tensiona al oficialismo
Mientras el presidente mantiene altos niveles de rechazo en amplios sectores sociales y atraviesa dificultades para sostener su programa de recortes, la interna con Villarruel agrava el escenario político de La Libertad Avanza, que ya enfrenta divisiones internas, deserciones parlamentarias y un Congreso hostil.
La figura de la vicepresidenta, que supo atraer simpatías en sectores conservadores del electorado y del establishment, hoy representa una amenaza para el control político del oficialismo. Para Lemoine y otros libertarios ortodoxos, Villarruel dejó de ser una aliada para convertirse en “alguien que te traiciona cuando menos lo esperás”.
