17 octubre, 2025

Inflación de septiembre: el INDEC reporta una desaceleración tras meses de alta volatilidad

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El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la inflación de septiembre alcanzó el 3,5%, lo que marca un importante descenso en la escalada de precios, siendo la primera vez desde enero de 2022 que la cifra se ubica por debajo del 4%. Sin embargo, el acumulado interanual muestra un preocupante 209%, mientras que en los primeros nueve meses del año el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza del 101,6%, reflejando un contexto de sostenida inestabilidad económica.

La desaceleración de septiembre representa un alivio en el corto plazo, pero los altos niveles de inflación acumulada aún son motivo de inquietud tanto para los consumidores como para los analistas económicos. A pesar de este respiro temporal, el panorama para los próximos meses sigue mostrando fluctuaciones, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, aunque con expectativas de una leve contención en el alza de precios.

Pronóstico de inflación: leve desaceleración hacia fin de año

El REM prevé que la inflación de octubre se sitúe en el 3,4%, mientras que para noviembre podría bajar al 3,3%. Sin embargo, en diciembre se proyecta un leve repunte, con una inflación del 3,6%, un fenómeno habitual por los incrementos en el consumo asociados a las fiestas de fin de año. De cara al primer trimestre de 2025, las expectativas siguen marcando una tendencia de desaceleración, con pronósticos del 3,4% en enero, 3,3% en febrero y 3% en marzo.

La desaceleración proyectada para los últimos meses del año puede estar influenciada por una combinación de factores económicos, entre los que destacan la reducción de la tarifa estacional del gas, convalidada por el Gobierno, y la caída en el precio de los combustibles, motivada por la baja en los precios internacionales del petróleo. Estos elementos, según un informe de Minuto Uno, podrían ayudar a consolidar el proceso de desaceleración inflacionaria.

Factores que inciden en la inflación

El comportamiento de la inflación en Argentina está fuertemente atado a una serie de factores tanto internos como externos. La alta emisión monetaria, la presión sobre el tipo de cambio y las fluctuaciones en los precios internacionales de materias primas y energía han sido factores que históricamente empujaron al alza los precios en el país.

La baja en el precio internacional del petróleo, que se ha reflejado en una reducción de los precios de los combustibles, es un factor positivo en la desaceleración de los costos de transporte y logística, y eventualmente en el precio de bienes de consumo. Además, la reducción de la tarifa de gas para el período estival contribuye a aliviar el costo de vida de los hogares, lo que puede reflejarse en una moderación en la demanda de aumentos de precios en algunos sectores.

No obstante, las expectativas de inflación también dependen del comportamiento del tipo de cambio y la estabilidad política y económica de los próximos meses. Las elecciones presidenciales de 2025 serán un punto de inflexión importante para definir la dirección económica del país.

Desafíos futuros

A pesar de esta desaceleración, el escenario a largo plazo para la inflación sigue siendo complejo. Con una inflación acumulada que ya supera el 100% en lo que va del año y un índice interanual de más del 200%, el poder adquisitivo de los argentinos continúa deteriorándose. La combinación de salarios que no logran mantener el ritmo del alza de precios y una estructura de costos crecientes en sectores clave de la economía plantea grandes desafíos para el Gobierno.

El control de la inflación será una de las prioridades para los próximos meses, en un contexto en el que se requiere un equilibrio delicado entre mantener una política fiscal prudente, sin descuidar el apoyo a los sectores más vulnerables. La moderación en los aumentos de tarifas y combustibles puede ofrecer un alivio temporal, pero las políticas estructurales serán claves para lograr una estabilidad económica a largo plazo.

Conclusión

La inflación de septiembre, con un 3,5%, marca un paso positivo en la contención de la escalada de precios, pero los desafíos a largo plazo siguen siendo enormes para la economía argentina. La previsión de una inflación que se mantendría en torno al 3% en los próximos meses refleja una leve desaceleración, pero será fundamental observar cómo influyen factores como el tipo de cambio, la política monetaria y las negociaciones salariales en este proceso.

El alivio en los costos energéticos y de combustibles podría ser un factor crucial para consolidar esta tendencia, aunque el escenario a futuro dependerá en gran medida de las decisiones macroeconómicas y políticas en un año clave para el país.

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