Escándalo por la no entrega de alimentos: Pettovello despidió a Pablo De la Torre y denuncia corrupción

El escándalo estalló con la fuerza de una bomba: cientos de miles de kilos de alimentos acumulados en galpones en lugar de ser entregados a los comedores comunitarios que tanto los necesitaban. Ante esta vergonzosa revelación, la Ministra de Desarrollo Social, Sandra Pettovello, tomó medidas drásticas: este jueves decidió despedir al Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De la Torre, quien estaba a cargo de los programas de seguridad alimentaria. Además, presentó una denuncia en la Oficina Anticorrupción, señalando presuntas irregularidades en la gestión de los alimentos.
La información que salió a la luz revela una situación alarmante: según un listado del propio Ministerio de Capital Humano, se encontraron 339.867 kilos de leche en polvo, 4439 kilos de harina de maíz y arroz con hortalizas vencido en febrero último, entre otros productos. En total, el stock reconocido por el ministerio alcanza los 5,9 millones de kilos, una cantidad sorprendente de alimentos que podrían haber llegado a quienes más lo necesitan.
La Ministra Pettovello anunció la decisión de limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables que no han realizado un control adecuado del stock y de vencimiento de la mercadería. Además, se puso en marcha un protocolo para la entrega inmediata de los alimentos próximos a vencer, utilizando la logística del Ejército Argentino para garantizar una distribución rápida y eficiente.
El origen de este escándalo se remonta a las famosas auditorías realizadas por el Ministerio de Desarrollo Social, que según el vocero presidencial Manuel Adorni, habían detectado irregularidades en los comedores de las organizaciones sociales. Sin embargo, estas auditorías no justificaban el bloqueo del acceso a la alimentación para quienes dependen de los comedores comunitarios.
La denuncia penal realizada por el dirigente Juan Grabois fue clave para sacar a la luz esta situación, junto con el pedido de acceso a la información de El Destape, que reveló el acopio de comida en los galpones. Ahora, el Ministerio enfrenta el desafío de presentar un plan de distribución de los alimentos ante el juzgado que lo requiere, bajo la amenaza de ser declarado en desobediencia o incumplimiento judicial.
Detrás de este escándalo, también surgen dudas sobre la gestión del Ministerio de Desarrollo Social, que ha recurrido a mecanismos dudosos para la compra y distribución de alimentos. Se reveló que se delegó a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) la tarea de hacer licitaciones y compras de alimentos, con un costo millonario y sin los controles estatales habituales. Además, se utilizaron contrataciones externas para pagarle honorarios a personal del ministerio, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia de la gestión.
En medio de este escándalo, la Ministra Pettovello enfrenta una situación crítica. Su política de transparencia y austeridad se ve cuestionada por las revelaciones sobre la gestión de los alimentos, y su promesa de repartirlos de manera inmediata deberá ser respaldada con acciones concretas en los tribunales y en la implementación práctica. Mientras tanto, el pueblo argentino observa con indignación cómo miles de kilos de alimentos se pudren en los galpones mientras hay personas que pasan hambre en las calles.