En este año electoral, los porteños van a elegir entre dos modelos de ciudad. De un lado el modelo del oficialismo en cualquiera de sus dos versiones, que prioriza la especulación inmobiliaria y financiera sobre lo productivo y los negociados sobre la calidad de vida de los ciudadanos. Un modelo que ha generado una ciudad en la que es prácticamente imposible alquilar una vivienda, en la que cada vez hay más personas en situación de calle, en la que no hay vacantes en los jardines públicos y en la que es difícil conseguir un trabajo digno o atenderse en un hospital.
Frente a esta situación, desde Unión por la Patria proponemos un modelo de ciudad distinto, que priorice que los porteños puedan alquilar y acceder a la vivienda y que tenga un modelo productivo que pueda crear trabajo de calidad. Una ciudad que demuestre la importancia de la educación construyendo las escuelas que hacen falta, que cuide a los vecinos y que también se ocupe de las desigualdades y sea sensible frente a las necesidades de quienes lo han perdido todo.
En otras palabras, la elección de este año es entre un modelo deshumanizado, propio de una gestión que gobierna de espaldas a los ciudadanos y a la que sólo le interesan los negociados, y un modelo de ciudad más justa, humana e inclusiva, que se ocupe de mejorarle la vida a quienes la habitan.