El 12 % de los inmuebles en CABA es propiedad de empresas e instituciones
Un reciente informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) ha puesto en evidencia la preocupante situación de concentración de la propiedad inmobiliaria en la Ciudad de Buenos Aires. Este fenómeno podría estar exacerbando la crisis habitacional que afecta a miles de porteños, especialmente a los más vulnerables.
Según el informe, el 11,9% de las propiedades de la ciudad están en manos de personas jurídicas, es decir, empresas o instituciones. Este dato es alarmante considerando que estas entidades representan solo el 3,5% del total de propietarios. En contraste, las personas físicas, que constituyen el 96,5% de los propietarios, poseen el 88,1% de los inmuebles. Esta disparidad sugiere una concentración significativa de propiedades en un pequeño grupo de entidades.
La ACIJ destaca que, aunque las personas jurídicas son una minoría, su poder sobre el mercado inmobiliario es desproporcionado. Cada entidad jurídica posee, en promedio, 5,1 inmuebles, mientras que las personas físicas tienen un promedio de 1,35 propiedades. Este dato subraya que las empresas tienen un nivel de concentración de propiedad más de tres veces superior al de los individuos.
Además, el informe revela que el 11% de los propietarios en la ciudad tienen al menos tres propiedades, y un pequeño grupo (0,57%) posee diez o más inmuebles. Este reducido porcentaje de propietarios controla el 11,4% de las propiedades de la ciudad, lo que agrava aún más la concentración de la tierra urbana.
La falta de acceso a información detallada impide a la ACIJ concluir con certeza si existe una concentración extrema de la propiedad inmobiliaria en Buenos Aires. Sin embargo, los datos presentados sugieren inequívocamente una distribución desigual de la tierra, lo cual podría estar contribuyendo a la crisis habitacional.
La concentración de propiedades en pocas manos puede tener serias implicaciones para la accesibilidad y asequibilidad de la vivienda en Buenos Aires. La especulación inmobiliaria, impulsada por grandes propietarios, tiende a aumentar los precios de los inmuebles y de los alquileres, haciendo que la vivienda sea inalcanzable para muchas personas de ingresos medios y bajos. Este fenómeno no solo intensifica la crisis habitacional, sino que también perpetúa la desigualdad social y económica en la ciudad.
Para abordar esta problemática, es esencial que el Gobierno de la Ciudad implemente políticas inclusivas que fomenten una distribución más equitativa de la propiedad inmobiliaria. Medidas como la regulación del mercado de alquileres, incentivos para la construcción de viviendas asequibles y programas de apoyo a los pequeños propietarios podrían contribuir a mitigar la concentración de tierras y mejorar el acceso a la vivienda.
Asimismo, es crucial aumentar la transparencia en el mercado inmobiliario, facilitando el acceso a datos precisos sobre la propiedad de los inmuebles. Esto permitiría un análisis más detallado y la formulación de políticas más efectivas.
La concentración de la propiedad inmobiliaria en manos de unos pocos actores en Buenos Aires es una cuestión que merece atención urgente. Mientras la ciudad enfrenta una crisis habitacional, es fundamental que se tomen medidas para asegurar una distribución más justa de la tierra urbana. Solo a través de políticas inclusivas y transparentes se podrá garantizar que todos los porteños tengan acceso a una vivienda digna y asequible. La equidad en la distribución de la propiedad no solo es un imperativo social, sino también una condición esencial para el desarrollo sostenible y justo de la ciudad.
