Críticas a la Gestión del Programa de Reurbanización de los Barrios 31 y 31 Bis: Deficiencias Administrativas y Opacidad en Buenos Aires

El programa de reurbanización de los barrios 31 y 31 Bis, promulgado mediante la Ley No 6.129 de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en 2018, ha sido objeto de críticas por parte del auditor general Lisandro Teszkiewicz. Según su evaluación, el proyecto presenta deficiencias significativas en su implementación y gestión, lo que plantea serias dudas sobre su eficacia y transparencia.
Una de las principales áreas de preocupación identificadas por Teszkiewicz se refiere al programa ATR, centrado en la recuperación de basura y el reciclaje. Se han detectado fallas administrativas graves, incluida la falta de formalización en la estructura organizativa. La ausencia de protocolos y manuales de procedimiento sugiere una gestión deficiente y poco transparente que compromete la efectividad del programa.
Además, se han señalado deficiencias en la relación entre el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (CeDEL) y las empresas, así como en las instalaciones físicas del CeDEL, que carecen de adecuaciones para personas con discapacidad y presentan diversas deficiencias estructurales.
En el ámbito de la gestión de recursos humanos, se han identificado serias deficiencias, como la falta de identificación de responsables en el “Manual CeDEL” y la discrepancia entre la nómina de personas y el listado de transacciones. La ausencia de criterios claros para la selección y capacitación del personal plantea interrogantes sobre la idoneidad y la equidad en el proceso de contratación.
En lo que respecta a la recolección de basura, se han detectado debilidades en el sistema de registro de la coordinación de cooperativas, así como una falta de trazabilidad en el destino final de los materiales recolectados. La utilización de una planilla de Excel como principal herramienta de registro plantea serias preocupaciones sobre la integridad y confiabilidad de la supervisión y el monitoreo de la prestación del servicio.
En conclusión, las deficiencias identificadas en la implementación y gestión del programa de reurbanización de los barrios 31 y 31 Bis plantean serias dudas sobre la efectividad y la transparencia del mismo. Es imperativo que las autoridades aborden estas preocupaciones de manera urgente y adopten medidas concretas para mejorar la gestión y garantizar resultados tangibles en beneficio de los residentes de estos barrios.