Crisis en el Hospital Garrahan: recorte en cirugías de alta complejidad y paro de 48 horas por desfinanciamiento

El Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos más importantes del país, ha reducido la cantidad de cirugías de alta complejidad debido al desfinanciamiento que enfrenta la salud pública bajo la gestión de Javier Milei. Esta situación crítica ha generado mayores tiempos de espera para los pacientes, en muchos casos con cuadros urgentes, y ha motivado a los trabajadores del establecimiento a iniciar un paro de 48 horas en protesta contra las medidas del gobierno.
Según fuentes del hospital, la falta de recursos ha afectado directamente la capacidad operativa de la institución, con una disminución en la frecuencia de cirugías esenciales para niños que requieren atención inmediata. El déficit en el presupuesto ha provocado, además, una alarmante escasez de insumos médicos, lo que ha llevado al personal a reutilizar materiales más de lo habitual, incrementando el riesgo de que los procedimientos de esterilización no se realicen de manera adecuada.
La lucha de los trabajadores y la exigencia de mejoras salariales
Ante este panorama, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) decidió lanzar una huelga de 48 horas, exigiendo un aumento salarial del 100%, en consonancia con la pérdida del poder adquisitivo desde agosto. Además del paro, los trabajadores realizaron una movilización con un “ruidazo” desde el hospital hasta el Ministerio de Economía para visibilizar sus reclamos.
Norma Lezana, secretaria general de APyT, expresó a la Agencia Noticias Argentinas que el ajuste en los salarios del personal de salud ha sido drástico. “Necesitamos un 100% de aumento salarial, que es lo que se perdió desde agosto hasta ahora”, manifestó, señalando que los ingresos actuales están muy por debajo del valor de la canasta familiar.
El reclamo de los trabajadores no se limita únicamente a los salarios. También denuncian que la precarización laboral y la falta de insumos ponen en riesgo la calidad de atención y, en consecuencia, la vida de los pacientes. El Garrahan, que ha sido históricamente un emblema de la salud pública en Argentina, se encuentra hoy en una situación de vulnerabilidad inédita.
Impacto del desfinanciamiento y riesgos para la salud pública
El desfinanciamiento del Hospital Garrahan refleja una problemática mayor que afecta a todo el sistema de salud pública del país. Desde la llegada de la actual gestión al poder, los recortes presupuestarios han golpeado duramente a hospitales y centros de salud, generando una crisis de insumos, infraestructura y personal que se extiende más allá del Garrahan.
En el caso particular de las cirugías de alta complejidad, la reducción de su frecuencia tiene consecuencias directas sobre la vida de los niños que dependen de estos procedimientos. Estas cirugías, muchas veces vitales para tratar patologías graves, no pueden ser postergadas sin poner en riesgo el bienestar de los pacientes. Sin embargo, la escasez de insumos y el colapso operativo han llevado a que los tiempos de espera se prolonguen, afectando la calidad de la atención médica.
La reutilización de materiales quirúrgicos, que ha sido denunciada por los profesionales del hospital, añade una preocupación adicional en términos de seguridad sanitaria. La posibilidad de que los procedimientos de esterilización no se cumplan correctamente, debido a la necesidad de reutilizar insumos, incrementa el riesgo de infecciones y complica aún más los cuadros clínicos.
Perspectivas y desafíos ante un conflicto en escalada
El conflicto en el Hospital Garrahan es una muestra de la profunda crisis que atraviesa el sistema de salud pública en Argentina. Los trabajadores han dejado claro que continuarán con sus medidas de fuerza hasta obtener una respuesta satisfactoria por parte del gobierno. Mientras tanto, la atención de miles de niños que dependen de los servicios del hospital se encuentra comprometida.
El gobierno de Javier Milei enfrenta una creciente presión para revisar su política de recortes en áreas clave como la salud, en medio de una ola de descontento que no solo incluye a los trabajadores del Garrahan, sino también a otros sectores del país que se ven afectados por las medidas de ajuste fiscal. La gestión de la crisis sanitaria será un desafío clave para el Ejecutivo en los próximos meses, especialmente si no se logran acuerdos que garanticen la estabilidad de los servicios esenciales y una mejora en las condiciones laborales de los profesionales de la salud.
En el corto plazo, los pacientes del Garrahan continúan enfrentando tiempos de espera que, en muchos casos, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, mientras que los trabajadores del hospital luchan por preservar la calidad de atención en un entorno cada vez más precarizado.