¿Cómo se vota en la Ciudad de Buenos Aires?
El jefe de gobierno porteño anunció un cambio en el sistema de votación para este año. Veamos de qué se trata.
El lunes 10 de abril Horacio Rodriguez Larreta anunció que las elecciones PASO de la ciudad se llevarán a cabo el 13 de agosto, en consonancia con las nacionales, con mesas desdobladas y mediante el sistema de boleta única electrónica.
El jefe de gobierno comunicó esta decisión a través de un mensaje grabado en video luego de la advertencia que había realizado Mauricio Macri el día anterior ante el posible desdoblamiento. Sin lugar a dudas, ello constituye un desafío hacia el ex presidente de la nación.
Las palabras textuales del precandidato a presidente por el PRO fueron: “Quiero contarles que tomé la decisión de que los porteños votemos el mismo día que se vota en las elecciones nacionales. O sea, el 13 de agosto las PASO, el 22 de octubre las generales y el 19 de noviembre el balotaje, si lo hubiese (…) Lo vamos a hacer con boleta única electrónica, que es un sistema más ágil, más sencillo, más transparente y es una bandera del PRO que inició Mauricio en la Ciudad en el 2015 y que también promovimos junto a todos Juntos por el Cambio a nivel nacional”.
Elecciones concurrentes y mesas desdobladas
De este modo, Rodriguez Larreta modifica la manera en que se va a votar en la capital del país en las elecciones a realizarse este mismo año. Si bien se votará el mismo día que las nacionales, habrá boletas separadas sumándose la boleta única electrónica para las categorías porteñas.
Aclaremos un poco el panorama. Si tenes domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vas a votar de dos maneras distintas: para la elección a presidente, vicepresidente, diputados nacionales y diputados del Parlasur lo harán con la boleta de papel por categoría, es decir, la tradicional que se usa desde 1983. Ahora bien, para los cargos a jefe y vicejefe de gobierno, legisladores y comuneros votarán con el sistema de boleta única electrónica, en urnas diferentes. Para elegir al sucesor de Rodríguez Larreta en CABA, los/as porteños/as tendrán que acercarse a una pantalla, seleccionar a su candidato y tomar el voto impreso para colocarlo en otra urna.
Por lo tanto, los habitantes de la ciudad irán a las urnas hasta 3 veces en el año: el 13 de agosto, para las PASO; el 22 de octubre, para la primera vuelta; y el 19 de noviembre, en caso de ser necesario, para el ballottage.
Una interna que crece
La confirmación de la decisión de realizar elecciones concurrentes en la Ciudad y utilizar el sistema de boleta única electrónica (BUE) para la elección de cargos locales fue la gota que colmó el vaso e hizo estallar la interna tanto en el PRO como en Juntos por el Cambio.
De forma inmediata a la publicación del mensaje grabado en la cual Horacio Rodriguez Larreta realizó el llamado a elecciones en la Ciudad de Buenos Aires en simultáneo con las nacionales, pero con sistemas diferentes, una persona de su riñón fue la primera en expresarse en contra y dejar al descubierto la interna en el principal frente opositor. Estamos hablando de María Eugenia Vidal, quien expresó sin doble lectura en un tweet que “”El PRO y el JxC que le prometimos a los argentinos no es este. No hay ambición personal que pueda estar por encima de nuestros valores y del equipo. Somos el cambio o no somos nada”.
El fuerte anuncio era esperado en estos días, y es por ello que el ex presidente y fundador del PRO, Mauricio Macri, ya había salido públicamente a intentar “marcarle la cancha” al jefe de gobierno. En esa sintonía es que pueden leerse las declaraciones dadas en una entrevista que brindó a Radio Rivadavia, en la cual dijo sutilmente que no creía “que Horacio haga eso” y criticó la posibilidad de realizar elecciones concurrentes porque “representa más gasto del Estado, más filas, más tiempo, dos urnas y boletas y hasta podría darse la insólita situación de personas que tengan que votar en aulas y escuelas distintas”.
Una vez consumada la decisión, el propio Macri retuiteó los dichos de la ex gobernadora bonaerense y expresó su “profunda desilusión” con la decisión tomada por Larreta.
