16 octubre, 2025

ATE advierte que el poder adquisitivo cayó un 27% y exige un aumento de emergencia

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El sindicato estatal denunció que los sueldos en el sector público nacional no alcanzan para cubrir necesidades básicas y exige un incremento urgente del 117%.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) encendió nuevamente las alarmas ante la dramática pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores estatales, que ya acumula una caída del 27% entre diciembre de 2023 y junio de 2025, según datos relevados por el propio gremio. En un contexto de inflación acumulada del 214,5%, la organización reclama un aumento de emergencia del 117% en una sola cuota, junto con reapertura de paritarias, pase a planta permanente y pago mensual de un bono de $150.000.

El reclamo se sustenta en una serie de estudios realizados por trabajadores del INDEC organizados en ATE, quienes estiman que el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) debería ubicarse en $1.869.924 mensuales para cubrir el costo real de vida de una familia tipo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La cifra, que supera en más de medio millón de pesos la canasta básica total oficial, refleja una brecha creciente entre los salarios estatales y las necesidades cotidianas de los hogares.

Una realidad que supera los indicadores oficiales

Según ATE, el cálculo del SMVM contempla $639.836 para alimentos y $1.230.088 para otros bienes y servicios esenciales, entre ellos vivienda, transporte, salud y educación. En comparación, la canasta básica total informada por el INDEC para junio fue de $1.298.398, un monto que, según el gremio, no alcanza como referencia confiable del costo de vida real en zonas urbanas densamente pobladas.

La situación es similar en otras regiones del país: en provincias como Mendoza, San Luis o Tucumán, el ingreso mínimo requerido ronda los $1.620.000 a $1.665.000, mientras que en la Patagonia asciende a $1.829.562, siempre según el relevamiento de ATE.

Salarios por debajo de la línea de pobreza

Ningún salario estatal cubre hoy lo que cuesta vivir. La mayoría de los trabajadores del sector público nacional están por debajo de la línea de pobreza, y no hay señales de recomposición desde el Gobierno”, alertaron desde el gremio. El recorte de adicionales, la falta de actualización salarial y el congelamiento de las plantas permanentes han agravado un escenario de empobrecimiento sostenido, que se refleja no solo en los sueldos sino también en las condiciones laborales de miles de empleados públicos.

ATE remarcó que el modelo de sumas fijas impuesto por el Ejecutivo “no resuelve el problema de fondo”, ya que no se integra al salario básico ni garantiza aumentos proporcionales al costo de vida. Según la organización, este esquema sólo actúa como un “paliativo temporal” y profundiza las desigualdades dentro del propio Estado.

La precarización del trabajo público

El reclamo de ATE también incluye a los trabajadores contratados bajo el régimen de monotributo, que no perciben aguinaldo ni gozan de derechos laborales básicos, y que son particularmente vulnerables ante la inflación y los recortes. En este grupo se concentran áreas clave del Estado nacional, desde salud y educación hasta estadísticas y programas sociales, donde la inestabilidad contractual es norma.

Asimismo, el sindicato exige la reincorporación de los despedidos durante los últimos meses y el fin de las cesantías sin causa, que afectaron a miles de trabajadores en distintos organismos del Estado. ATE denuncia que estas políticas son parte de un “plan de ajuste que desmantela funciones esenciales del Estado en nombre de la eficiencia, mientras castiga a quienes sostienen día a día la administración pública”.

El reclamo por una política salarial realista

En este marco, el gremio no solo exige aumentos inmediatos y estructurales, sino también la implementación de un sistema de actualización automática del salario, vinculado a la evolución de la inflación y a la canasta real de consumo. “No se puede seguir discutiendo salarios con indicadores ficticios o valores oficiales que no reflejan la realidad, porque eso solo perpetúa la pérdida”, sostuvieron desde ATE.

Con la mira puesta en una reestructuración profunda del esquema salarial estatal, ATE se prepara para nuevas medidas de fuerza si no hay respuestas del Ejecutivo. La falta de diálogo paritario y la creciente precarización del empleo público colocan al sindicato en estado de alerta permanente.

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